sábado, 27 de marzo de 2010

¿Fue Napoleón un jugador del Club de Minsk?

Evidentemente, no. Pero resulta curioso averiguar que grandes personajes de la humanidad jugaban mucho y bien al ajedrez. Napoleón jugaba muchísimo, quizá para poner a prueba sus ideas estratégicas militares que más tarde pondría en práctica en Marengo o Austerlitz.

El Café de la Régence de París ha sido, sin lugar dudas, uno de los lugares donde se han jugado las partidas más hermosas y espectaculares de la historia. No es de extrañar ya que fue el lugar de reunión y referencia de los mejores ajedrecistas de la época romántica y de muchísimos amantes del juego de los 64 escaques.

Uno de estos aficionados, se dice que fue Napoleón. Se dice que hasta hace poco, se guardaba una mesa con la siguiente inscripción: "Mesa en la que Napoleón, el cónsul, jugó al ajedrez, Café de la Regencia".
Aunque allí jugó, seguramente miles de partidas, no hay noticia de que exista alguna partida registrada de Napoleón disputada en el Café de la Régence. En cambio, sí existe una partida jugada en la Isla de Helena, lugar donde vivió desterrado hasta el día de su muerte. Esta partida la jugó contra su mariscal más fiel, el Mariscal Bertrand.


Se cuenta que un día Napoleón, ya en la Isla de Santa Helena, recibió un maravilloso juego de ajedrez de una persona en deuda con él. Se dice que en su interior había una serie de pergaminos en forma de rompecabezas que contenían un plan para escaparse de la isla. Napoleón, cansado, derrotado y muy envejecido rehusó ponerlo en práctica.

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